SARAMPIÓN
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus. Eliminada en gran parte del mundo gracias a la implementación de programas de vacunación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): entre 2000 y 2016 la vacuna contra la sarampión evitó unas 20.4 millones de muertes. Además la OMS menciona que sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, a pesar de que existe una vacuna segura y eficaz, por lo que estima que en el 2016 murieron 89780 personas por esta causa, y la mayoría menores de 5 años.
TRANSMISIÓN
El virus que causa el sarampión es muy contagioso y se propaga por la tos y los estornudos, el contacto personal íntimo o el contacto directo con las secreciones nasales o faríngeas infectadas.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
El primer signo del sarampión suele ser la fuebre alta, que inicia unos 10 días después de la exposición al virus y dura entre 7 - 7 días; en la fase inicial el paciente puede presentar rinorrea (congestión nasal), tos, ojos llorosos y rojos, y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas.
Al cabo de varios días aparece un exantema (erupciones en la piel) en rostro y cuello y que se extiende en unos 3 días y termina afectando hasta las manos y pies. El exantema dura de 5 a 6 días y luego se desvanece.
La mayoría de las muertes por sarampión se debe a las complicaciones que esta enfermedad produce, por ejemplo ceguera, encefalitis (irritación o inflamación del cerebro) seguido de un edema cerebral, diarrea grave (y que puede provocar deshidratación) infecciones a nivel del oído, infecciones respiratorias graves, por ejemplo neumonía. Los casos graves de estas manifestaciones se presenta en niños malnutridos, en aquellos que no reciben aportes suficientes de Vitamina A o cuyo sistema inmunitario se encuentra debilitado por enfermedades como le VIH/ SIDA u otras enfermedades.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento antiviral específico contra el virus del sarampión. La indicación de hospitalización del paciente debe estar motivada solo por el diagnóstico de complicaciones graves asociadas a la enfermedad. Se aconseja medidas de soporte para el manejo de la fiebre, hidratación (con soluciones de rehidratación oral) y apoyo nutricional (Todos los niños diagnosticados de sarampión deben recibir dos dosis de Vitamina A con un intervalo de 24 horas entre ambas).
PREVENCIÓN
La vacunación sistemática de los niños contra el sarampión junto a las campañas de inmunización masiva son fundamentales para reducir la mortalidad mundial por sarampión. La vacuna contra el sarampión suele juntarse con las vacunas de la rubeola y/o la parotiditis.
La vacunación contra el sarampión ha proporcionado grandes beneficios a la salud pública, reduciendo la mortalidad mundial por esta causa en 75 % entre 2000 y 2013; mientras que del 2000 al 2016 los casos de sarampión en el mundo se redujo en 79.7 %, aunque en América se redujo sólo en 48.9 %.
VACUNA CONTRA SARAMPIÓN - PERÚ
En el Perú se cuenta con la Norma Técnica de Salud que establece el Esquema Nacional de Vacunación, en el que se indica las diferentes vacunas a administrar a la población peruana y protegerlos de los riesgos de contraer enfermedades prevenibles por vacunas.
Dentro del esquema de vacunación se encuentra la vacuna contra Sarampión, Paperas y Rubeola (SPR), que consta de dos dosis entre los 12 meses y 18 meses de edad.